viernes, 23 de febrero de 2018

Louis Blanc (23 de febrero de 1848)

Louis Blanc


De cada cual según sus capacidades, a cada cual según sus necesidades. 
Aforismo empleado por Blanc, formulado por el filósofo francés Henri de Saint-Simon y popularizado posteriormente por Karl Marx
Curiosamente, Louis Blanc nació en Madrid el 29 de octubre de 1811, pues su padre era inspector de hacienda durante el reinado de José Bonaparte. Con veintiocho años, publicó su obra más famosa, La organización del trabajo (aquí la podéis leer en inglés y aquí en francés), en la que planteaba la posibilidad de establecer una especie de cooperativas obreras o talleres sociales del trabajo, un sistema a medio camino entre una sociedad cooperativa y un sindicato.

En una época políticamente convulsa en Francia, tras la revolución de 1848, y en pleno gobierno provisional, Louis Blanc es nombrado presidente de la Comisión de Luxemburgo, encargada de organizar de algún modo el ordenamiento laboral, sin contar con un presupuesto específico. Blanc acepta a regañadientes, pues él aspiraba a dirigir un ministerio de trabajo dotado con un presupuesto desde el que poder organizar sus cooperativas obreras. A pesar de las dificultades, consigue poner en marcha numerosos proyectos, crear varias asociaciones obreras e incluso imponer una suerte de papel moneda utilizado por dichas asociaciones e incluso los comerciantes parisinos en sus intercambios.

Sin embargo, al intentar poner en marcha los talleres sociales, se encuentra con la oposición frontal de los miembros del gobierno provisional que intentan desbancar sus argumentos utilizando toda clase de tácticas posibles, desde el libelo hasta el intento de asesinato.

Blanc se pregunta acerca de la divisa de la República francesa: ¿Cómo se puede hablar de libertad a aquellos que son esclavos del hambre y la ignorancia? ¿Dónde está la igualdad cuando el trabajo de unos hace que se multiplique el dinero de otros? ¿Cómo entender la fraternidad cuando el legislador no legisla para proteger a los más débiles, sino, más bien al contrario, para garantizar al más fuerte la libertad que solamente él puede disfrutar?

Como veis, Louis Blanc no se lo preguntaba en vano y sus preguntan flotan en el presente como si hubieran sido pronunciadas ayer mismo.

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