viernes, 25 de diciembre de 2009

Cuento de Navidad: Los padres mienten

Cuento de Navidad a cargo del maravilloso Juan José Millás, de Los objetos nos llaman, publicado por Seix Barral el pasado octubre. Me ha parecido una buena manera de felicitaros las fiestas de este año. Espero que os guste:


LOS PADRES MIENTEN

Mi hermano mayor me despertó a medianoche para revelarme el siguiente secreto:

—Dentro de poco te dirán que los Reyes Magos son los padres. Se lo dicen a todo el mundo al cumplir tu edad. No te lo creas. Los Reyes existen, pero como los mayores no saben el modo de explicar su existencia, dicen eso, que son los padres.

Mi hermano dormía en la cama de al lado. Nuestra relación no era ni buena ni mala, así que a veces nos llevábamos bien y a veces mal. Pero éramos cómplices de muchas cosas. Fumamos el primer cigarrillo juntos; hurtamos juntos también las primeras monedas del bolsillo de la chaqueta de mi padre; él me hacía los deberes de matemáticas y yo los de lengua… Dependíamos el uno del otro, en fin, en demasiadas cosas. Como decía aquél, dos que han robado caballos juntos están condenados a protegerse. La protección pasaba por hacernos este tipo de confidencias sobre las verdades básicas de la vida. Si los Reyes existían y él lo había averiguado, era mejor que yo lo supiera, por duro que resultara para mí.

Lo cierto es que yo ya había oído en el colegio rumores acerca de que Melchor, Gaspar y Baltasar eran los padres. Pero no les había prestado atención. Lo que no podía imaginarme era que los rumores procedieran de los adultos. Si ya les tenía poco respecto, lo perdieron del todo tras la revelación de mi hermano mayor.

En efecto, ese mismo año, cuando nos dieron las vacaciones de Navidad, mi madre me llamó un día y empezó a preguntarme qué pensaba yo de los Reyes Magos. Le dije que les tenía en gran consideración (no de este modo, claro, no era un niño cursi), aunque no siempre me trajeran lo que les pedía, pues me hacía cargo de que había en el mundo muchos niños y que no podían complacer a todos. Mamá se quedó desconcertada, ya que lo normal, cuando a un chico se le quita la venda de los ojos en este asunto, es que el chico esté ya al cabo de la calle. Creo que estuvo a punto de desistir, pero finalmente tomó aire y me dijo que los Reyes Magos eran los padres.

—Se trata —añadió— de una mentira que mantenemos durante la infancia, porque la infancia es una época de ilusiones fantásticas, pero tú ya no tienes edad para creer en los Reyes. A tu hermano se lo dijimos también cuando cumplió tus años.

Mi hermano me había aconsejado que cuando me contaran la mentira de que los Reyes eran los padres, fingiera que me lo creía, pues de lo contrario les parecería un chico raro y me llevarían al psicólogo.

—Yo —añadió— también lo fingí. Como comprenderás, si ellos se quedan más tranquilos así, tampoco cuesta tanto darles gusto.

Hice, pues, como que me lo creía y me fui a mi cuarto a escribir la carta a los Reyes, una carta, por primera vez, clandestina. Ese año, habida cuenta de que ya era un chico mayor y que me hacía cargo de la situación mundial, que era un desastre, les pedí cosas más razonables que en otras ocasiones. Mi hermano puso mi carta en el mismo sobre que la suya y se encargó de echarlas al correo. Curiosamente, ése fue el primer año que me trajeron todo lo que les pedí.

Al regresar de vacaciones de Navidad al colegio, comprobé que a todos los de mi clase les habían dicho que los Reyes eran los padres, y todos se lo habían creído. Estuve a punto de sacarles de su error, pero mi hermano también me había dicho que ni se me ocurriera, porque me tomarían por loco. La conspiración para eliminar esa creencia de la cabeza de los chicos era prácticamente universal y resultaba ingenuo tratar de enfrentarse a ella, pesa a las numerosas pruebas existentes, repartidas entre la Biblia, la Historia Sagrada y los propios hechos, pues lo cierto es que aun después de dejar de creer en los Reyes la gente continuaba recibiendo regalos.

Tuve la suerte, en fin, de mantener esa ilusión durante mucho más tiempo que mis compañeros. Si he de ser sincero, no recuerdo exactamente la edad en la que dejé de creer en los Reyes Magos, quizá cuando falleció mi hermano y en su funeral recordé esta historia fantástica que no sé cómo se le pudo ocurrir. Aunque también es cierto que una vez instalado en el mundo de los adultos comprobé que mentían tanto y de manera tan gratuita, que no sería raro que mi hermano llevara razón y que también hubieran mentido en esto. Este año, como todos desde aquella época, les escribí una carta clandestina (en mi casa ya no creen en los Reyes ni mis hijos) y me han traído de nuevo todo lo que les pedí.

martes, 22 de diciembre de 2009

Fotos navideñas-madrileñas


De Navidad en Madrid


Por cortesía de la pedazo de cámara de fotos de doña Alba, me he dado unos paseíllos por el Madrid iluminado de estos días haciendo fotos. Lo curioso de la iluminación de este año es que es un popurrí de las de años anteriores, porque con la crisis, el Ayuntamiento ha decidido ahorrar en eso, lo cual no es mala idea, ¡porque algunos de los árboles de luces son bastante bonitos y originales!

Ahora que se van acabando poco a poco las obras (y Madrid deja de ser una ciudad-hoyo), sirvan como excusa las luces de Navidad para hacer fotos nocturnas de la villa y corte... ¡Pensad que es todo un privilegio poder disfrutar de las estampas madrileñas-navideñas sin tener que sufrir las hordas de gente que asolan el centro de la capital durante estos días!



¡Espero que os gusten!

jueves, 3 de diciembre de 2009

En defensa de los derechos fundamentales en Internet

Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía Sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de Internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que:
  1. Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.
  2. La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.
  3. La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.
  4. La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen preferentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.
  5. Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.
  6. Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.
  7. Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.
  8. Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.
  9. Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.
  10. En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.
Este manifiesto, elaborado de forma conjunta por varios autores, es de todos y de ninguno. Si quieres sumarte a él, difúndelo por Internet.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Obsesiones crepusculares


"Was there a purpose behind your curiosity?"
"Well, I did wonder... about you [Edward Cullen] and me [Bella Swan]... someday..."
[...]
"I don't think that... that... would be possible for us."
[...]
He [El mismo Edward Cullen] seemed to deliberate for a moment. "I'm curious now, though," he said, his voice light again. "Have you ever...?" He trailed off suggestively.
"Of course not." I flushed. "I told you I've never felt like this about anyone before, not even close."
"I know. It's just that I know other people's thoughts. I know love and lust don't always keep the same company."

[Nota: Sustitúyanse los puntos suspensivos por la palabra SEX en luminoso y con colorines :-)]


Pues resulta que Carabanchel, barrio poblado principalmente por vejetes e inmigrantes, lleva una semana okupado por otro colectivo... De repente, las inmediaciones del taurino Palacio de Vistalegre se han llenado de "adolescentes sin techo", que han dormido sobre cartones y se han alimentado de panchitos y sándwiches reveníos, algunas de ellas durante toda una semana, porque sus hormonas las vuelven locas sólo por un puñao de puntos suspensivos.

En fin. Todos hemos sido adolescentes alguna vez, pero resulta ciertamente curioso ver de cerca el fenómeno fan, y además en este caso, aplicado a una amalgama literario-cinematográfica tal como es la famosísima y conocidísima saga de Crepúsculo, escrita por Stephenie Meyer.

Y es que los protagonistas de la adaptación cinematográfica, con motivo del estreno de la segunda entrega (Luna nueva), acudirán esta tarde a las siete al tan poco glamouroso Palacio de Vistalegre a encontrarse con las mil y pico fans que han hecho cola impacientemente esta mañana pa conseguir su entradilla ("¡¡¡las 250 primeras son VIP!!!", repiten ilusionadas. ¡Yo creo que se piensan que les van a dar derecho de pernada sobre el vampiro! :-)).

Básicamente, para los que no sepan de qué va el tema: Bella Swan (interpretada por Kristen Stewart, que a eulez le mola mazo...) es una adolescente que se muda desde Phoenix, Arizona (según ella el lugar más maravilloso del mundo -¡JA! ¡JA! ¡Deja que me descojone, niña!-) con su padre a Forks, un pueblo infernal de Washington donde llueve tol rato. Allí, se encuentra con un vampirete, Edward Cullen (que por cierto es Robert Pattinson, que para mí siempre será el monín Cedric Diggory de Harry Potter, por mucho que lo pongan de vampiro concupiscente), que le pone a mil las hormonas a la libidinosa muchacha. El otro infeliz, por su parte, lo que quiere es merendársela (en el sentido literal, no en el de los puntos suspensivos), pero como es muy caballeroso él (y muy casto y puro, también), pues decide que sólo la va a olfatear y magrear, pero nunca hincarle el diente, porque si no, se le acabará la diversión...

Yo tengo que reconocer que estas cosas me serían extrañas si no fuera porque mi hermana Ana, que ahora mismo tiene dieciséis años recién cumpliditos, está al día de estos temas. Fue ella la que me llevó a ver la película (no es una cosa que suela hacer: me gusta ir al cine habiendo leído la novela antes...) y no pude parar de reír desde que apareció el vampiro y la otra ponía cara de: "Como te pille en una esquina oscura, te vas a enterar tú de lo que es succionar"...


Por si no os habíais dado cuenta, niñas adolescentes: SÍ NENAS, ¡¡¡¡ESA BELLA ESTÁ MÁS SALIDA QUE EL PICO DE UNA MESA!!!!

Y sí, precisamente ese es el arma de doble filo de esta curiosa saga: la novela (que ya he tenido oportunidad de leer, Ana me ha pertrechado convenientemente de las ¡¡¡¡4!!!! que de momento componen la saga) es una oda contínua a los instintos lujuriosos, ¡pero no del vampiro! sino de la niña de diecisiete años. Cualquiera diría: "¡Anda! ¡Pues mira! ¡Ya era hora de que se diera una perspectiva más igualitaria de los instintos carnales! ¡No sólo van a ser ellos los que quieran PUNTOS SUSPENSIVOS siempre!".


El problema de que una obra para las masas adolescentes la escriba una integrante de la mormona iglesia del Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (y residente en Phoenix -¡JA! ¡JA!-, para más inri) es que indefectiblemente va a rebosar moralina repugnante por todos los poros. Claro, y de la forma más sutil: o sea, está bien, es natural y normal que si te cruzas con un vampiro chupasangre lo quieras violar y hacerle cosas muy, muy guarras, pero mejor espérate a estar casada con él, si eso...

Encima, la cosa va más allá: la filosofía de esta gente ( y sí, padres, también del Disney Channel con sus Hannahs Montanas, Jonas Brothers y demás...) es: "¿Que quieres magrearte con tu novio? Hazlo. Pero eso sí, como a tu novio se le ocurra penetrarte el punto suspensivo, saco la escopeta y a él lo capo y a ti te meto a monja". Todo esto me recuerda a un capítulo de Family Guy en el que a Meg y a su noviete (del club de la castidad) les da por "follar por la oreja", todo para no hacerlo por donde legítima y fisiológicamente deberían... Me resulta muy ridículo, creo que se les debería dar a los adolescentes una educación sexual un poco más sana y realista (luego hay que ver cosas como Física o Química, de producción española, que tienden hacia todo lo contrario: recrean un mundo sexual adolescente que más bien parece una película de Nacho Vidal... Vamos, tampoco se lo creen ni ellos).

Y oye, a mí tampoco me parece mal lo de que existan cosas como Crepúsculo: por lo menos, da para que mucha gente que en su vida tocaría un libro, se pongan a leer como descosidas, lo cual está bien... Y a pesar de todo, una piensa: "¡Quién tuviera quince años para quedarse obnubilada con el vampiro Edward!". Verlas desde fuera también resulta gracioso: cuando muchas de estas se acuerden de que se pasaron una semana a la intemperie de noviembre pa conseguir una entrada para ver a un tío que hace de vampiro a 500 metros, se reirán de sí mismas...

Por cierto, Ana, no te he podido conseguir una entrada. No estaba dispuesta a pegarme con la jauría de locas.

Ah, y las que queráis ver sexo vampírico del bueno y no unos cuantos puntos suspensivos, os recomiendo que os paséis directamente a True Blood (el vampiro Bill está mil veces más bueno, sí señor).

Créditos: El fragmento del libro es de la edición en inglés de Twilight págs. 270/271.

Fotos:
1) Cartel promocional de Luna nueva... ¡¡Ay!! ¡Que la niña salida se busca un indio buenorro! ¿Calmará este el fuego interior que el vampiro se niega a apagar? Me temo que no...;
2) Castizo Palacio de Vistalegre, donde tendrá lugar el evento esta tarde a las 19h;
3) Ayer por la noche, unas adolescentes homeless tuvieron a bien explicarme -casi entre lágrimas- que ellas llevaban durmiendo allí desde el sábado y que "¡se les querían colar!" Yo lo que me pregunto es: ¿Y sus padres las dejan fumarse casi una semana de clase por venir a la mandangada esta?;
4) Los del Hipercor, que están preparados pa tó, pensaron: "¿Cómo podemos hacer negocio?" Y han sacado un stand en el que venden: libros y películas de la saga y panchitos y sándwiches o viceversa... Lo curioso es que son las viejas las que están comprándose el libro como locas :-)));
5) Otra vez, la fachada sur del Palacio de Vistalegre, ¡lo del toro me parece de lo más auténtico!;
6)El otro toro de Vistalegre, observando muy digno él desde su atalaya a las hordas de adolescentes enloquecidas;
7) Cola de gente esperando por su entrada. Cuando lo he visto, he decidido inmediatamente que Ana se quedaba sin ella.

jueves, 22 de octubre de 2009

Semana de Les Luthiers

Puede que alguien todavía se pregunte quiénes son estos señores que me gustan tanto... En realidad no es mi intención contaros la historia de este genial grupo músico-humorístico argentino, entre otras cosas, porque bien podéis leerla aquí, en su página oficial, y yo tampoco he sabido mucho de ella hasta hace bien poco…

El conjunto de instrumentos musicales o ensemble telúrico de Les Luthiers lo formaron en los años sesenta algunos de los componentes del coro de Ingeniería de la Facultad de Buenos Aires. Gerardo Masana estaba empeñado en representar Il fliglio del pirata, una partitura humorística que su abuelo catalán se había traído de España. Y ahí empezó todo. A Masana se le unieron Marcos Mundstock, un genial locutor radiofónico; Daniel Rabinovich, un divertido notario y polifacético músico; Jorge Maronna, arreglista y compositor, y Carlos Núñez Cortés, químico y concertista de piano. Posteriormente, ya en los setenta, se les unieron Carlos López Puccio, director de orquesta (cuya melena blanca me fascinaba cuando era pequeña) y Ernesto Acher, un arquitecto que quería coquetear con la música. Desde entonces y hasta ahora mismo, Les Luthiers siguen siendo geniales: sus composiciones, sus instrumentos y su humor, personificado en el inenarrable compositor ficticio Johann Sebastián Mastropiero, son genuinamente maravillosos, como ellos.


Llevo toda la semana molestando a Don Eulez por mi insistencia, porque he pasado toda ella dándole la barrila con que hoy por fin vamos a ver a Les Luthiers. Puede que la gente no lo entienda o le parezca una exageración lo mío con Les Luthiers, pero tengo al menos dos buenas razones para justificar mi ilusión, a saber:

Primero, que tener que comprar las entradas para verlos con más de un año de antelación añade expectación a mi impaciencia (sí, resulta que Les Luthiers están cotizadísimos aquí en España: las entradas de sus actuaciones se terminan en cuestión de días con años de antelación y son bastante caras, para qué engañarnos...).


Segundo, que a ellos les pertenecen algunos recuerdos de mi más tierna infancia... A mis padres les gustaban y tenían un par de discos de vinilo (que todavía siguen por ahí, rallados y gastados por el uso). En particular el Volumen 3 —cuya portada me fascinaba: podía pasarme horas contemplando embobada a todos aquellos tipos con chaqué mirándose unos a otros como si hubieran surgido de un recorte de papel— y, por supuesto, el Volumen 4, con el cuento sinfónico La princesa Teresa y el oso libidinoso. Como podréis imaginar, se me escapaba el significado rijoso del asunto y puede que mis padres me explicaran lo de la libido desbordante del oso, pero a mí siempre me pareció un tipo simpático (un poco Oso Yogui), aunque algo insistente, eso sí.

A continuación, comparto con vosotros los vídeos que he ido recopilando esta semana en Facebook:

1) El Teorema de Thales.
Sin duda, ésta es una de mis composiciones favoritas de Les Luthiers y me da mucha pena que no haya un buen vídeo de ninguna actuación en la que la representen (alguno ahí, pero es un poco malo). La he escuchado miles de millones de veces, pero nunca puedo dejar de reír con la introducción de Marcos Mundstock en la misiva de Mastropiero a su amada, la Condesa Shortshot: «Condesa, nuestro amor se rige por el Teorema de Thales: cuando estamos horizontales y paralelos, las transversales de la pasión nos atraviesan y nuestros segmentos correspondientes resultan maravillosamente proporcionales».



2) Epopeya de Edipo de Tebas (cantar bastante de gesta)
Esta es otra de mis favoritas… Me parece una manera genial de resumir la tragedia edípica.



3) Serenata Mariachi (1ª parte)
En fin, si digo de todos los vídeos que pongo que son mis favoritos, no me creeréis, pero la Serenata Mariachi es la que más suelo cantar (en la ducha o en cualquier parte). La situación plantea a dos enamorados, Porfirio y Bernardo, que a falta de presupuesto por parte del primero, deciden compartir sus mariachis para cantarles serenatas a sus chaparritas que viven en el mismo caserío… Con funestas consecuencias. Me encanta el fragmento que comienza con «Siento que me atan a ti…»



4) Serenata Mariachi (2ª parte)
Consecuencia de la pugna de Porfirio y Bernardo.



5) Las nochés de París (Les nuits de Paris)
Esta no la conocía, la encontré el otro día en YouTube, pero me hizo muchísima gracia, porque ejemplifica lo jodido que es hablar francés… ¡y español también, pa que vamos a engañarnos!



6) Si no fuera santiagueño (Chacarera de Santiago)
Todo un clásico de Les Luthiers. Pocos saben que la trifulca fingida al inicio del segundo movimiento con el bombo Gomaespuma lo homenajeaba al final de la cortinilla principal de su programa radiofónico.



7) Lo que el sheriff se contó
Este fue uno de los números más divertidos de la otra actuación en directo que eulez y yo tuvimos la suerte de ver en 2004, «Todo porque rías».



8), 9) y 10) La princesa Teresa y el oso libidinoso
Grabación en directo de la versión de 1975… Gracias a ella he descubierto que la primera hembra a la que persigue el oso libidinoso, al grito de: «¡Sublime éxtasis de amor, mulita, que acelera mis latidos! ¡Vayamos, vayamos, vayamos! ¡¡Vayamos, vayamos… pronto!!» en esta versión es la mulita Julita, posteriormente sustituida por la mariposa golosa... ¡¡Me hizo ilusión, de todas maneras!! Además, esta versión es un poco más atrevida que la grabación que yo conocía…







¡Espero que os gusten! Ya os contaré qué tal el concierto de esta tarde...


miércoles, 7 de octubre de 2009

La ciencia española no necesita tijeras

Llevaba días pensando en que tenía que escribir algo sobre este tema, la nueva idea feliz de nuestro improvisador gobierno: el del recorte de la inversión en investigación, que ha creado un profundo malestar en la comunidad científica española y desde hace unos días está revolucionando la blogosfera por iniciativa de Javier Peláez, del blog La aldea irreductible.

Me daba miedo meter la pata, porque yo soy de las no-científicas, o sea, de las no-metidas en el ajo directamente, y no puedo hablar con conocimiento de causa directa...

Y sin embargo, sí tengo algo que decir, una razón de peso:

EL RECORTE EN INVESTIGACIÓN NOS AFECTA A TODOS


Vivimos en un país de mileuristas, de niños y adolescentes a los que les gustaría ser Belén Esteban de mayores porque ven como otras alternativas de más elevación cultural (véase la investigación, entre otros) son un pozo sin fondo, son un túnel oscuro, no dan seguridad al que se dedica a ello, no son vida... ¡Y ni siquiera gozan de prestigio social!

En ese país que es España, uno en el que los ayuntamientos se juegan su única baza en pegar pelotazos del ladrillo u organizar "pan y juegos" como única alternativa de progreso y desarrollo, hay mucha gente que se dedica a la investigación a pesar de todo. Y todos conocemos (o vivimos con, como es mi caso) a alguien que lo hace.

Si se quedan en España, ese país cuyos únicos méritos propios imperturbables parecen ser la comida y el buen tiempo, son gente que, salvo excepciones, vive en permanente estado de inseguridad laboral, siempre pendientes de la siguiente convocatoria a plazas aquí o allá, rezando por poder promocionar sus plazas y siempre buscando nuevas ideas para el siguiente artículo que les acreditará para seguir empujando penosamente su investigación-sísifa cuesta arriba (que puede que se les venga encima y les aplaste)...

Si se van al extranjero, marchan al exilio (como bien comenta eulez en su post) y van yendo de aquí para allá, de oca en oca (veo como mis amigos han ido dando tumbos de Madrid a Tenerife, de allí a Bolonia, luego a Santiago de Chile, o a Boston, luego a Trento, y luego a... Dios sabe donde), siempre a la espera de recibir la asignación de su correspondiente beca a tiempo, para no tener que mendigar por las calles de Londres, un pueblo de Alemania, o la lejana Arizona...

Si la cosa es así ahora, ¿cómo puede ir a peor? Pues cerrando el grifo y dejándolo goteando (cuando hay poco, no importa que se recorte el 30, el 15 o el 3%... Lo significativo es que alguien en su sano juicio pretenda recortar lo que debería aumentar si aspira a salir del hoyo)...

Mucha gente que se dedica, o pretende dedicarse, a la ciencia en España tiene que hacer grandes esfuerzos y tiene que renunciar a muchas cosas de su vida personal... ¿Qué pretende el gobierno con esta medida? Porque ser líderes en investigación, seguro que no...

Y como la cosa va de hispanos irreductibles que resisten todavía y siempre al... a la pacatez de esta decisión gubernamental... Ahí, va: el galo más irreductible de todos nos avisa de qué se nos avecina...



Aquí podéis ver la lista de blogs que participan en la iniciativa de La aldea irreductible.


viernes, 7 de agosto de 2009

Donauradweg - Etapa 1

Pues sí, pues sí, ya estamos en ello... Lo malo es que no me da tiempo a contar nada, porque tenemos que ponernos en marcha otra vez dentro de poquito, pero sólo diré que nuestro primer contacto con la ruta ciclista del Danubio fue un poco paliza...

Me da rabia no contar lo del alquiler de bicis en Munich, ni el viaje en tren hasta Donaueschingen, ni lo del nacimiento del Danubio, ni lo del carril bici, ni lo del soterramiento natural del Danubio, ni sobre nuestra primera noche junto al Danubio en Tuttlingen...

En fin, os tendréis que conformar con mis 14 primeras fotos, que aquí os las pongo en plan diapositiva, ¡que sé que os gusta!



¡Lástima que durante los próximos días no vayamos a tener internet! Seguiré informando cuando lo recuperemos...


lunes, 3 de agosto de 2009

Introducción melódica al Danubio

Esto mis padres seguro que lo recordarán: cuando era pequeña, una de las primeras cosas que aprendí fue a silbar. Y entonces descubrí a Strauss. Y el Danubio azul (O más bien "En el bello Danubio azul" del título alemán An der schönen blauen Donau). Y a partir de entonces, me encajaba entre el asiento de mi padre y el de mi madre, y silbaba como una loca, sin parar... Claro, y a mis padres les ponía la cabeza como un bombo.



Cómo es la vida, ahora me voy a conquistar el Danubio mismito, ese Danubio azul del que tanto silbaba... Pero esta vez no sacaré la cabeza entre los dos asientos delanteros del coche. Ni siquiera me pondré al volante... ¡¡¡¡Iré en bicicleta!!!! Y ahora, al que le pondré la cabeza como un bombo silba que te silba será a este señor de aquí.

Bueno, es cierto que sobre todo al principio, no vamos a ver un Danubio precisamente azul y caudaloso, porque salimos de la desembocadura del Danubio en Alemania, desde el pueblo cuyo nombre así lo indica, Donaueschingen, y lo abandonaremos donde ya es caudaloso, antes de que se convierta en un verdadero Danubio azul austriaco, pero eso no le quita la gracia, ni lo adecuado del vals más famoso de Strauss, que dijo de su pieza: "Que el diablo se lleve el dichoso vals. Sólo lo siento por la coda, pensé que tendría más éxito". Si Strauss levantara la cabeza, supongo que se quedaría contento.


martes, 28 de julio de 2009

La Alhambra de Washington Irving

En 1829, el político, historiador y escritor neoyorquino Washington Irving se enamoró de la Alhambra. Aún no he leído sus Cuentos de la Alhambra, concebidos mientras se alojaba dentro de los muros de la propia fortaleza, pero allí mismo compré una edición preciosa que me pienso leer en cuanto mis obligaciones me lo permitan...

Y es que una no puede sino comprender a Irving: la Alhambra es el lugar donde uno querría quedarse para olvidarse del mundo, para escribir páginas y páginas... Yo incluso ya me estaba imaginando allí, montando un despachito en uno de los aposentos de los Palacios Nazaríes... Poco necesitaría: una mesa, una estantería para mis diccionarios y una buena conexión ADSL... El rumor del agua de las innumerables fuentes y la sombra para protegerme de las altas temperaturas andaluzas harían el resto... Claro, que también tendría que deshacerme de las hordas de turistas (entre los que nos encontrábamos nosotros hace un par de semanas :-)) que se cuelan en todas las fotos que uno haga, independedientemente de lo rápido que sea dándole al disparador...


Me ha gustado esta experiencia granaína, sobre todo porque la anterior que tenía no era demasiado halagüeña: mi madre siempre recuerda que, con diez meses y en mitad del puente de la Inmaculada Concepción (en pleno diciembre), me hice caca hasta las orejas y me tuvieron que cambiar el pañal allí, junto a la fuente de los leones (que entonces sí que tenía leones, no como ahora, que los señoritos se han vuelto muy sensibles a la lluvia y se deshacen como si fueran de papel de fumar... Y lo gracioso es que los turistas van por toda la Alhambra buscando la fuente de los leones como el que busca a Wally, eso sí, como la peña no acostumbra a leer, no se enteran de que los leones are nowhere to be seen, por lo menos, hasta 2010)... Lo crueles que son los progenitores de una: antes y después de cambiarme el pañal, me hicieron un montón de fotos y claro, salgo yo con el ceño fruncidísimo, odiando al mundo por el frío que hacía y yo allí, con mis vergüenzas al aire donde antaño las mujeres se tapaban con varios velos...

Pos lo dicho, después de relatar la experiencia impúdica de rigor, me reafirmo en que no me costaría nada sentirme identificada con Irving. Y tal y como él mismo decía: "Mis garabateos no son dignos de este lugar", así que mejor os dejo con 36 fotos escogidas de mi par de días en Granada.



¡Espero que os gusten!

[Fotos: 1) Placa conmemorativa dentro de los aposentos de Irving en los Palacios Nazaríes, 2) La Iglesia parroquial de San José de Calasanz, en el Paseo de Salón, 3) El pase del resto de fotografías escogidas de Granada y la Alhambra.]

martes, 21 de julio de 2009

Ventana basilea

Lo sé, lo sé: os habéis quedado con las ganas de que os contara más cotilleos basileos. Pues mira: ni ha habido ni hay ganas... Cualquier excusa es mala, pero la mejor que se me ocurre es: "Hay que ver lo que cansa el trabajo asalariao, copón"... Siempre me voy con buenos propósitos de hacer que el tiempo se reproduzca por gemación y nunca lo consigo.

En fin. Como digo, os podría haber contado muchas cosas: historias de gigantes vigilantes, de bicicletas viajeras, de casas primas-hermanas de postigos morados, de intrépidos ciclistas, de artistas desatados y estrambóticos, de trenes, de perros, de romanos, del Doctor Spock y de bollos mañaneros... Y si me pongo fantástica, pues hasta de príncipes, princesas, dragones y economistas. Si por contar, que no quede. Pero mira, como que no hay ganas. El calor y la traducción me aplatanan... Lo más que he conseguido, ha sido poner en orden mis fotos, que para los amantes/expertos de la fotografía ni siquiera serán originales, pero oye, son mías, y a mí me gustan, hala. Además, sólo he puesto las más majas... Hay muchas más que se han quedado por el camino.



Pos lo dicho: espero que las disfrutéis.

lunes, 20 de julio de 2009

No preguntéis...

... ¡esto es cosa del Copépodo!


Jopé, es que hoy tenía un día un poco tonto... Tiene narices que me pase meses sin contaros nada de Basel, sin poneros ná por estos lares y lo que cuelgo sea esto... Qué vergüenza... :-P (y ni siquiera tengo habilidades fotochoperas... Lástima)

miércoles, 20 de mayo de 2009

Basel, ich liebe dich

De Basel 2009

Esto de "Basel, te quiero" no lo digo yo, lo dice el artista Jean Tinguely, que tenía buenas razones para decirlo, pues convirtió esta ciudad a las orillas del Rín en su estudio de experimentación, en algo así como su propio Valadilène...

Si yo le dijera a Basilea que la quiero, sería porque sufro algo de síndrome de Estocolmo, pues el año pasado, como ya sabéis, las cosas no fueron precisamente fáciles por allí... Me alucina repasar mis posts de entonces y ver que justo antes de marcharme el año pasado, estaba pensándome arrancar un nuevo blog únicamente dedicado a Basilea (algo debo de sentir por ella, porque si no, no se me habría ocurrido tal cosa... O eso, o es que soy directamente estúpida). Está claro que, empezando por la conexión a internet, hubo muchas cosas que no funcionaron, entre otras muchas, mi rodilla derecha, que me pegó un trallazo, supongo que para que no se me ocurriera seguir haciendo excesos: dormir poco, trabajar mucho y comer demasiado, y lo demás, que son cosas que no se pueden contar aquí (no por lascivas, no os creáis, sino por socialmente inadecuadas para alguien que no oculta su identidad en internet).

Ahora que el tiempo ha mejorado, los chulos y las chulapas bailotean el chotis en la pradera de San Isidro y se celebra el festival de Eurovisión, toca volver a las orillas del Rín. Lo sabía desde hace meses, y todavía hoy, que levanto el vuelo, me produce sentimientos encontrados. Por un lado, nunca está mal cambiar de aires y de actividad (y no se puede decir que lo que vayamos a hacer allí no sea interesante -aunque no os puedo contar detalles por el mismo motivo que el año pasado-, de hecho, el trabajo fue una de las cosas que más me satisficieron). Por otro, mi rodilla casi me habla y me recuerda que tengo que tomármelo con calma dentro de lo posible, tengo que tratar de descansar, de tener mis ratitos para mí misma... ¡¡¡¡No te preocupes rodilla, que ya mismo te voy a meter dentro de la rodillera y de ahí no sales hasta que a mí se me pase la inseguridad!!!!

Me ha costado muchos meses volver a confiar en ella (en mi rodilla, no en Basilea), y no sé qué sentiré al volver a poner el pie en el aeropuerto que el año pasado abandoné en silla de ruedas, después de haber pasado una semana cuando menos accidentada, para después pasar un verano de mierda, encerrada en casa, sólo saliendo para ir al médico o hacer rehabilitación, hasta que por fin nos escapamos a Estados Unidos...

Por suerte, y para poner una nota positiva a mis temores (rodilleros y de resistencia propia), sé que este año sí tendré conexión a internet (aunque primero quiero verla con mis propios ojos antes de tirar ningún cohete) y además, no viajo sola, porque mi bici dahoncita se viene conmigo, lo cual me ayudará sin duda a mitigar la envidia que sentía el año pasado cuando veía a los suizos yendo que aquí para allá en las suyas... Ahora estoy nerviosa, porque no sé si llegaremos (la bici, la rodilla y yo) enteras a Basilea y nos mantendremos allí ídem, pero trataré de mantener todo lo posible mis buenas intenciones y una buena disposición social que mi ermitaño trabajo aquí no me obliga a desarrollar habitualmente.

Pues no me queda mucho más que decir aparte de:

¡Allá voy, Basilea (noch einmal)!

lunes, 18 de mayo de 2009

The Bridge Project II


Esperé a que llegara el segundo martes con impaciencia, porque tocaba Shakespeare con Cuento de invierno, que sabía que no me decepcionaría... Y no lo hizo, la verdad. Sigo pensando que los actores anglosajones comprenden mejor la ironía socarrona de Shakespeare y la hacen suya con más facilidad. En una de esas comedias shakespearianas muy al estilo Lope de Vega, en las que todo queda atado y bien atado al final (casi todo el mundo sabe que en los dramas shakespearianos se muere hasta el apuntador, pero no muchos saben que en sus comedias, todos acaban casaísimos y felicísimos).

Como os digo, el resultado fue maravilloso: la puesta en escena era sencilla, pero muy pensada y efectiva y los actores brillaron en su máximo esplendor. La idea del montaje era simple como el reparto de actores estaba desigualmente distribuido entre americanos y británicos y la obra de Shakespeare se divide en dos actos y dos lugares ficticios llamados Sicilia y Bohemia, Mendes opta por convertir la corte siciliana en una austera corte británica y el país de Bohemia en algo parecido al Lejano Oeste americano... Así contado parece una locura, pero es la magia del texto de Shakespeare y la genialidad de los actores que lo interpretan lo que hace que funcione.

Con respecto a los actores, tengo que decir que por suerte, Rebecca Hall logró convencerme mucho más con este papel suyo de reina Hermione, abatida por los celos de su rey. Consiguió imprimirle una fuerza de la que Varia, su personaje en El jardín de los cerezos carecía. Simon Russell Beale hacía de Leontes, su celoso marido, en un despliegue de locura al más puro estilo Otelo. Pero el que nos dejó a todos con la boca abierta fue Ethan Hawke, que sacaba a la luz su faceta más cómica con el personaje de Autólico, un truhán bohemio que se dedicaba a estafar a todo el mundo: cantó, tocó la guitarra y bailó y nos hizo reír a carcajadas...

En fin, que fue todo un gustazo asistir a ambas representaciones, que nos dejaron con ganas de más... Vamos, si en ese momento nos llegan a decir que nos ponen una obra diferente cada semana del año, ¡yo creo que habríamos firmado allí mismo para ir a verlas todas!


[Fotos: 1) Portada del programa de The Bridge Project, 2) Rebecca Hall interpretando a Hermione, la reina de Sicilia, 3) Un magnífico Ethan Hawke en pleno despliegue de sus habilidades artísticas, cantando con ese vozarrón que tiene, 4) Tobias Segal, el pastor e Ethan Hawke el truhán Autólico.]


domingo, 17 de mayo de 2009

The Bridge Project I

Dedicado a Alba también.

¡Vaya! ¡Parece que todos los posts que escribo ultimamente tienen que ir dedicados a la misma persona!

Pues sí, efectivamente si no llega a ser por Alba, este post y el siguiente no serían posibles. Y es que nuestro mes de abril ha tenido mucho teatro gracias a que ella tuvo la rapidez de lanzarse a comprar las entradas para The Bridge Project, el proyecto teatral organizado por Sam Mendes (director de las dos obras que fuimos a ver) y Kevin Spacey.

Como la canción de Sting, Mendes es un británico en Nueva York y Kevin Spacey, a su vez, es el director teatral del teatro Old Vic de Londres, o sea, que ha cruzado el charco en sentido contrario... Y básicamente en eso se resume la experiencia del The Bridge Project, un puente de productores, actores y creativos anglosajones de ambos lados del charco atlántico, colaborando en una iniciativa conjunta para demostrar que el idioma común, al margen de los acentos, une más que separa...

En los últimos años, siempre nos hemos apuntado a estas iniciativas de teatro en inglés... Siempre que hemos podido, hemos ido a ver a la Royal Shakespeare Company, que desde hace unos años, es una asidua del Teatro Español (hace dos años vimos a un arrollador Ralph Fiennes en Julius Caesar y el año pasado trajeron Cymbeline).

Este año se nota que el Español se va diversificando gracias esta nueva iniciativa transatlántica, que ha sido de lo más interesante, con un reparto que nos producía mucha curiosidad, empezando porque dos de los papeles protagonistas eran de Sinéad Cusack, que para nosotras probablemente siempre será Mrs. Thornton, la madre del macizo Mr. Thornton de la miniserie de la BBC North & South, y bueno, esposa de Jeremy Irons, para más señas. Luego, por supuesto, venían otros actores aún más conocidos, como Ethan Hawke o Rebecca Hall (Vicky, amiga de Cristina en Barcelona) y otros mucho menos, como Simon Russell Beale o Josh Hamilton...

El primer martes fuimos a ver El jardín de los cerezos (inexplicablemente traducido en los subtítulos como "el huerto de los guindos", pasándose por el forro toda convención histórico-literaria). Yo ya tenía ganas de ver una obra de Chéjov, pues no había visto ninguna y me gustó, aunque me quedé con la sensación de que los actores anglosajones, aunque son magníficos, no le hacen toda la justicia que se merece a este autor ruso...

Después, he estado leyendo algunas cosas interesantes en internet sobre la obra. Por lo visto, cuentan en la Wikipedia que Chéjov concibió El jardín de los cerezos como una obra en tono de comedia, en la que rescataba ciertas experiencias de su niñez, cuando su madre se vio obligada a vender ciertos terrenos que habían pertenecido a su familia desde hacía generaciones. Chéjov desarrolló la obra a lo largo de varios años, durante los cuales se estuvo recuperando de una tuberculosis en el campo, lo cual influyó en la visión que refleja en la obra de la naturaleza que lo rodeaba. Una de las cosas que más le satisfacían a Chéjov era el título de su obra, que terminó en octubre de 1903. La envió inmediatamente al Teatro del Arte de Moscú, donde tendría lugar su estreno. Tres semanas después de que se la enviara a Stanislavski, que era el encargado de montarla, Chéjov descubrió en los ensayos que el afamado director le había dado una pátina trágica a su obra, imposible de enmendar. Además, habían sustituido la palabra "huerto" (jardín en la versión española) por "plantación" (que sonaba mucho más "bolchevique")... ¡Menos mal que consiguió arreglar eso por lo menos!

Esto me hizo comprender muchas cosas del montaje que habíamos visto... En todo momento, tuve la incómoda sensación de que no sabía si estábamos viendo una tragedia, una comedia o algo a medio camino entre las dos cosas (¡al final, era eso!). Además, creo que una de las equivocaciones de este montaje en particular es que el jardín de los cerezos, al que se hacen referencias constantes a lo largo de toda la obra casi como si él mismo fuera un personaje más, con todo el simbolismo de lo que su destino supone, no estaba lo suficientemente presente en los decorados, en torno a los personajes, que se limitaban a mirar hacia el patio de butacas contemplando el infinito, como si vieran los cerezos entre el público...

Por lo demás, en cuanto a las actuaciones individuales, Simon Russell Beale me gustó muchísimo, Ethan Hawke no estaba mal (me impresionó sobre todo su chorro de voz... ¡¡¡¡Qué peaso de voz, madre mía!!!!), aunque el personaje del eterno estudiante que interpretaba era un poco soseras, la verdad... Y por supuesto, Sinéad Cusack estaba que se salía, aunque también es cierto que su personaje de aristócrata que ha dilapidado su fortuna era el más agradecido y Rebecca Hall me pareció muy sosa y seca, aunque su personaje de Varia, con ese carácter monjil que tenía, tampoco ayudaba, así que no me dio demasiada buena espina, aunque prometí esperar a ver la segunda obra para juzgarla.

En el siguiente post, os contaré qué me pareció el segundo montaje, Winter's Tale de Shakespeare.



[Fotos: 1) El reparto de actores principales junto con Sam Mendes, el director de las dos obras, en la presentación del Teatro Español en Madrid, 2) Sam Mendes y Kevin Spacey, los creadores del proyecto, 3) Ralph Fiennes en Julius Caesar, 4) Sinéad Cusack en su papel de aristócrata venida a menos, 5) Ethan Hawke, el estudiante Trofímov, 6) El reparto al completo de El jardín de los cerezos.]


jueves, 14 de mayo de 2009

Pasión por Mr. Darcy



El domingo pasado fui al cine en compañía de Alfie y el Copépodo, porque el primero me propuso participar en la sección de su blog "Vamos al cine con..." (una servidora, en este caso) para ir a ver Génova, la última película estrenada en España de Michael Winterbottom.

Alfie me eligió, creo que ya tenía ganas, porque Colin Firth coprotagoniza la película con Catherine Keener. Supongo que los que me conocéis, sabéis qué tipo de pasión irracional despierta en mí Colin Firth... Probablemente, los que no sepáis de él, no os lo expliquéis demasiado: seguramente os parezca un actor no especialmente guapo ni especialmente brillante y que ha protagonizado películas (al menos, la estrenadas en España) que no son espectacularmente buenas... Seguramente en todo esto tengáis razón, sobre todo porque sus personajes se ven indefectiblemente influidos por esa aburrida voz de doblaje que le han colocado en español, que nada tiene que ver con su maravillosa y sensual voz natural.

En fin, eulez me echaba en cara que no me he parado a explicar nada sobre mi obsesión por Colin Firth en los comentarios del post + vídeo que ha elaborado Alfie (que me ha encantado, yo, que siempre suelo salir fatal en fotos-vídeos, pues me veo bastante como soy yo, que es de agradecer), uniendo mis comentarios al trailer de la peli... La verdad es que por un momento, pensé en explicarlo, pero me dio miedo estar hablando doscientas horas sobre Mr. Darcy, ¡que tampoco era plan!

¿Y quién es Mr. Darcy? Ah, esto también daría para páginas y páginas y posts y vídeos... Intentaré ser concisa a riesgo de frustrarme. Allá por 1995 (cuando yo no tenía ni pajolera de inglés), Colin Firth protagonizó una miniserie de la BBC que llevaba a la pantalla Pride & Prejudice, la novela cumbre de Jane Austen. El protagonista masculino de la novela es el altivo Mr. Fitzwilliam Darcy, protagonizado por un Colin Firth mucho más joven y con el pelo teñido de oscuro para satisfacer la imaginación de millones de lectores. Sólo puedo decir que la adaptación es maravillosa: todo está cuidado con mimo y precisión y tanto Jennifer Ehle (que es una actriz estupenda) como Colin Firth hacen unos papeles fantásticos.

Dos años después de su estreno, mi amiga Alba pasó el verano en Inglaterra, justamente cuando reponían la serie por la tele. Al verla, se quedó maravillada con aquel Mr. Darcy. Yo la acompañé al verano siguiente y pude ver la versión de Pride & Prejudice de 1940, protagonizada por Laurence Olivier... Tengo que reconocer que enterarme, no me enteré de mucho (mi inglés estaba demasiado verde por aquel entonces), pero ya tenía el germen janeaustiano en mí.

Al volver a España, me costó un poco leer la novela. La empecé un par de veces hasta que finalmente arranqué y cuando por fin lo hice, no pude parar. Le rogué a Alba que me prestara sus VHS (sí que somos viejunas, sí) de la miniserie de la BBC, y en un fin de semana me la vi tres veces seguidas.

Desde entonces (y ya la cosa supera los diez años... OMG!), mi pasión por Mr. Darcy/Colin Firth no ha disminuido un ápice. Ésta es la explicación de que cualquier película en la que él esté tiene un plus para mí... En el fondo, siempre que vamos a verle al cine, es como si buscáramos al Mr. Darcy de 1995 que nos apasionó en su momento y nos sigue apasionando cada vez que lo vemos.


Post dedicado a Alfie y a Alba (¡cómo no!)



viernes, 24 de abril de 2009

Actualización

De Ripollés - Universo Urbano


Good news, everyone!!!!

Ayer estuve otra vez en el Retiro ¡¡¡y me encontré que todavía están expuestas las estatuas de Ripollés hasta el 10 de junio!!!

No sé si fue que a mi me bailó el mes cuando lo miré la última vez o que han decidido prolongar la exposición, pero en cualquier caso, la buena noticia es que todavía tenéis la oportunidad de pasaros si os apetece ver las esculturas de las que ya os hablé.

¡¡¡Contadme a ver qué os parecen si vais!!!

miércoles, 15 de abril de 2009

Dr. Manhattan's manhood

Sí, señoras, señoritas, caballeros. Sí, este post trata precisamente de eso: del miembro viril del Doctor Manhattan, el personaje central de Watchmen.


Y es que esta semana por fin, Eulez y yo terminamos el cómic... Que no es que nos lo hayamos leído por ver la película, más bien ha sido todo una coincidencia en el tiempo: mientras estábamos en septiembre en Estados Unidos, Eulez quiso comprárselo, yo le dije que no se lo comprara porque se lo regalaría por Navidades... Y Amazon retrasó las Navidades hasta mediados de febrero ni más ni menos, porque la edición que yo había elegido de Watchmen se retrasó en salir...

En fin, todo esto no viene al caso, lo que sí viene es que finalmente ayer fuimos a ver la sonadísima adaptación cinematográfica, que tantos ríos de tinta ha vertido por internet... ¡¡¡Nos hemos pasado un mes pensando que nos iban a "espoilear" la historia en cualquier momento!!! Por suerte, no ha sido así y hemos conseguido terminar de leer felizmente e ir a ver la película pa comparar a gusto uno y otra sin mayores presiones.



Puestos a hablar de Watchmen, me veo ante el problema de que es difícil opinar sin destripárselo a quiénes no conozcan la historia, pero voy a tratar de incidir en algunas cosas que me han gustado de la versión escrita y de la película (de ahí el título del post), sin desvelar nada de la trama.

Sin entrar en detalles, el cómic me dejó un sabor agridulce cuando lo terminé: algunos capítulos me parecieron brillantes (sobre todo el primer tercio y, en particular, la historia del Doctor Manhattan) y otros me parecieron soberanamente aburridos (Seguramente, al decir esto me ganaré los odios de los incondicionales, pero: ¡madre mía, qué pestiño es el rollo del pirata!).

Por suerte, la película ha logrado reconciliarme con esta historia, darle forma más allá de la mera disquisición pseudofilosófico-política; algo que últimamente no suele hacer el cine, sobre todo el de superhéroes (X-Men 3 y Spiderman 3 son algunas muestras de como la cosa puede degenerar hasta niveles insospechados... Por no hablar de otras, tipo Daredevil, que directamente son carne de serie B.)

Bueno, he aquí lo que tengo que decir de la película: me gusta su enfoque. Me gusta que sea fiel al cómic en lo que tiene que serlo y desmarcarse cuando toca, cuando la trama del cómic se vuelve inverosimil o directamente aburrida. Y entrando en detalles, me gusta (ahora voy al meollo del asunto) el tratamiento que se le da al sexo (estético y más realista de lo normal en el cine al que estamos acostumbrados), a la violencia (descarnada, sin medias tintas pero sin grandes alardes) y a los desnudos, en particular, por supuesto, los masculinos.

Ya era hora de que en el cine se empezara a ver un trato un pelín más igualitario con estas cosas, hombre ya. (Que tampoco es que haga falta: mira tu Hugh Jackman de Lobezno, por ejemplo... Casi mejor que éste no se desnude. Está mejor embutido en cuero) Parece que a nadie le sorprende que las tías se despeloten en las películas y enseñen unas tetorras monstruosas, por poner un ejemplo. Pero eso sí, que el Doctor Manhattan, que es un personaje que si no va desnudo casi no se entiende, esté bien dotado el muchacho, pues a muchos (tíos) los pone en pie de guerra, porque ven (¿por qué?) amenazada su virilidad (efectivamente, muchachos, no ya es sólo que no tengáis el estupendo y circuncidado pene de a palmo del Doctor Manhattan, sino que vosotros NO podéis manipular la materia, tener veinte manos o viajar a Marte, entonces... ¿Para qué tratar de compararse?). Sí, sí, queridos, podéis argumentar que en el cómic, el Doctor Manhattan tiene unas proporciones más armónicas, más parecidas al David de Miguel Ángel (que sería lo lógico, por otra parte, porque seguro que es más cómodo llevarlo chiquitito, si luego le puedes dar el tamaño que tú quieras cuando la ocasión lo requiera). Pero yo insisto en que si las tías aparecen con unas medidas a veces de lo más exageradas, y a todo el mundo le parece de perlas, ¿por qué no ellos? (Que tampoco es que el hombre parezca un modelo de culturismo o tenga un pene que le cuelgue hasta la rodilla. Eso tampoco. Después de los gritos en el cielo que había leído por ahí, me imaginaba algo así...)

Lo que sí me ha sorprendido en el cine, ha sido que algunos comentarios de disgusto no provenían por parte de hombres (eso sí, ellos eran principalmente los que se reían socarronamente, como si tuvieran todos quince años, ante algunas escenas de sexo y cosas parecidas), ¡sino de mujeres! En particular, una de ellas ha comentado, en tono molesto a su acompañante: "¡Ya está enseñando el culo otra vez!"... Ejem. Cuando Espectro de Seda enseña cacha no oí que te quejaras, nena. Esto demuestra que muchas veces, el complejo viene, sí, por parte de ellos, pero ellas son las que ponen el cerrojazo de la mojigatería y el machismo femenino (que es mucho peor que el masculino, porque se perpetua que da gusto).

Pero bueno, más allá de consideraciones estéticas, el Doctor Manhattan es sin duda alguna, mi personaje favorito de Watchmen (aunque Rorschach también mola). Si el cómic ahonda en su faceta más divina y extraterrenal, la película rescata su lado más humano, esa humanidad dentro de lo omnipotente que lo hace totalmente irresistible.



Por cierto, que no soy yo la única que se preocupa de los atributos del Doctor Manhattan: en la página web de la cadena SciFi, desvelan que en la versión del director, se pueden disfrutar de más escenas de desnudos frontales del muchacho azul (en particular, algunas de Marte que Eulez echó de menos). Literalmente, en palabras del director del filme, en algunas de las escenas cortadas, "se bambolea como el badajo de una campana". No creo que hagan falta más comentarios.

Pues eso, hala, todos a ver y a leer Watchmen, pero ya.


[Fotos escamoteadas del internés: 1) El nacimiento del Doctor Manhattan, 2) Lo mismo pero en la peli (¿es mi imaginación, o en la foto han difuminao el "asunto"? En la peli sí que se veía...), 3) La portada de la edición del cómic que POR FIN nos llegó, 4) Primera aparición del Doctor Manhattan en el cómic, 4) Ésta es una de mis fotos favoritas: ¿mola o no mola el Dr. Manhattan-lego?, 5) Ésta fue la primera imagen que vi por internet de él... Al principio no me convenció mucho, pero luego es cierto que guarda un gran parecido con la expresión del dibujo, 6) Uno de los puntos álgidos del cómic: el Doctor Manhattan en Marte.]



sábado, 11 de abril de 2009

El universo urbano de Ripollés

De Ripollés - Universo Urbano


El miércoles pasado, mi amiga Belén y yo fuimos al Retiro a comer (primero pensábamos llegar hasta allí en bicicleta, pero luego nos entró la vaguería y acabamos yendo en metro).

Como me contó Belén, su abuela siempre decía que Madrid es una ciudad especialmente bonita cuando hace sol. Supongo que eso se puede aplicar a casi cualquier ciudad, lo que pasa es que hay algunas (y se me ocurren unas cuantas) que no ven el sol demasiado a menudo, y ya se han acostumbrado a ello. A Madrid le pasa que en muchos aspectos es una ciudad de contrastes, así que cuando hace sol es preciosa y cuando se encapota el cielo, puede llegar a ser un lugar más bien deprimente.

De Ripollés - Universo Urbano


En eso, el miércoles tuvimos suerte, porque lucía un solecito maravilloso y no hacía excesivo calor, que es también lo bueno que tiene la primavera en Madrid (aunque últimamente estamos padeciendo un tiempo un poco loco...): es la mejor época para venir a hacer turismo, porque no te torras con el calorazo de agosto ni te congelas en los fríos eneriles.

Pues en esas estábamos, habíamos quedado en la entrada del Retiro que da a la plaza de la Independencia, la de la Puerta de Alcalá, cuando al entrar en el parque nos encontramos una extraordinaria sorpresa de esas que a veces surgen en cualquier esquina de nuestra castiza villa: a lo largo de la Avenida de Méjico, que es así como se llama el paseo arbolado que se adentra en el Retiro desde la Puerta de Alcalá hasta el Estanque, había una curiosa exposición de estrambóticas esculturas del conocido artista castellonense Juan Ripollés. Bueno, en realidad, yo no sabía nada de este artista hasta el miércoles pasado, pero sus esculturas me han encantado: tanto las de bronce como las de colorines de cristal de murano.

De Ripollés - Universo Urbano



Lo primero de lo que me acordé al ver aquellas esculturas fue de otras muy sugerentes que Eulez y yo vimos en Basilea el año pasado, a las puertas de Art Basel. No me había parado a investigar de quiénes eran las cabezas hechas de barro de aquellos monstruos simpáticos con las que nos topamos en esa lluviosa tarde de Eurocopa el año pasado delante de la famosa muestra de arte, pero mirando un poquillo en internet, he averiguado que eran de un artista suizo llamado Ugo Rondinone.



Al principio, como os digo, pensé que podían ser del mismo autor, pero luego he rescatado las fotos de Basel y me he dado cuenta de que el estilo de Ripollés es muy diferente, más colorista, más simpático e ingenuo... También recuerdan un poco sus esculturas a las del suizo Tinguely, del que ya os hablaré en otra ocasión.

He estado leyendo un poco sobre este artista de 77 años, cuya apariencia es un cruce entre Dalí y, como dice su biografía, un monje franciscano. Por lo visto, cuando nació en Castellón, allá por 1932, su madre murió en el parto, así que lo adoptó una familia pobre y durante la posguerra se dedicó a trabajar y a cuidar de sus hermanos. Todavía siendo niño, entró a trabajar en un taller de pintura industrial y básicamente fue pintor de brocha gorda durante una larga época, incluso después de emigrar a París, donde pasó hambre hasta que consiguió realizar su primera exposición artística en el año 58.

De Ripollés - Universo Urbano


A Belén y a mí nos encantaron las esculturas, sobre todo la más grande, que nos recordó al espantapájaros del Mago de Oz, y nos lo pasamos pipa haciendo las fotos, que podéis ver en este álbum. Ya entonces adivinamos que el artista tenía que ser valenciano o algo por el estilo, porque algunas de las esculturas tenían cabeza de paella. Por su página web también me he enterado de que Ripollés no sólo ha hecho esculturas, sino que también tiene pinturas, grabados, murales, joyas, vestidos y hasta un precioso edificio estilo Gaudi en el Grao de Castellón, con un sol gigantesco que extiende sus rayos como brazos por la fachada azul brillante.

¡Espero que os gusten las fotos y este pequeño postito, homenaje a Ripollés! (Lástima que la muestra del Retiro ya haya terminado: se acabó ayer, viernes 10 de abril.)

De Ripollés - Universo Urbano


[Fotos: ¡Podéis ver todas las demás en mi álbum de Picassa! 1) La estatua gigante que estaba al final de la avenida. A nosotros nos recordaba al espantapájaros que quería un cerebro, pero en realidad, se titula "Niño sol", 2) Ésta se titula "Generosa", 3) La estatua llamada "Pensador" y una servidora (me encantó ésta. Una de mis favoritas), 4) Cabezas de monstruos (Monsterheads) de Ugo Rondinone frente al Art Basel del año pasado, 5) Estatua titulada "La reina", 6) La cabeza de la estatua titulada"Encantadora" ¿es o no es una paella?]