domingo, 31 de diciembre de 2017

Resumen de diciembre de 2017

Estas han sido las tres primeras entradas publicadas sobre la Agenda 2018 La resistencia de Errata Naturae durante el mes de diciembre de 2017:

1) Una agenda para la resistencia (introducción) – 20/12/2017
2) La lista de Spotify: música para la resistencia (1)* – 22/12/2017
3) La tregua de Navidad (25 de diciembre de 1914) (2) – 25/12/2017

Ya sé que no son muchas y que tampoco cuesta tantísimo recordarlas, ¡pero el mes que viene habrá muchas más y será mucho más útil tener un resumen de todas ellas al acabar el mes! Así que, con estas tres, establezco esta buena nueva costumbre. 

¡Nos vemos el 3 de enero! ¡Feliz año 2018!

lunes, 25 de diciembre de 2017

La tregua de Navidad (25 de diciembre de 1914) (2)

Una de las cosas que han sucedido al pasar una agenda en inglés de 2017 a una en español de 2018 es que, por motivos de espacio, algunas de las efemérides han desaparecido, han surgido otras nuevas en su lugar, y otras han tenido que viajar desde diciembre de un año hasta diciembre del siguiente. En esta última entrada del año, voy a hacer una pequeña trampa y voy a empezar por hablar de la primera efeméride que traduje (aunque la encontraréis en la agenda en español al final de 2018, en la penúltima semana del año) y que creo que es extraordinaria.


Durante el frío diciembre de 1914, en mitad de las trincheras, los soldados alemanes comenzaron a cantar villancicos en alemán. Desde las líneas enemigas, los soldados británicos les respondieron cantando aquellos mismos villancicos en inglés. Poco tiempo después, los soldados de ambos bandos se reunieron en tierra de nadie, se entregaron regalos navideños y se hizo intercambio de rehenes y heridos, se celebraron entierros conjuntos… Incluso han quedado registradas pachangas futboleras entre ambos bandos (todavía tardaríamos otra guerra aún peor en entender que las idiosincrasias europeas podían enfrentarse sin tanta sangre en el terreno de juego, con un árbitro, balón y porterías). Aunque fueron casos aislados, especialmente en zonas en las que las trincheras de ambos bandos estaban muy cercanas, es de imaginar que los mandamases no debieron de ponerse muy contentos con aquella situación (que, en algunos casos, se prolongó durante semanas y meses), por lo que procuraron reprimir y censurar aquella insólita confraternización. Durante los años siguientes, se preocuparon por recrudecer los ataques justo antes de que llegara Navidad, para que a las tropas no se les volviera a ocurrir caer en semejante sentimentalismo navideño.

Precisamente, ese episodio de fraternidad en mitad de la contienda es el que aprovechó en 2014 la marca de chocolates inglesa Sainsbury's para su publicidad navideña, recreando lo que podría haber sido aquel momento en tierra de nadie: 





Como se menciona en la agenda, ¿qué habría pasado de haber dejado en manos de aquellos soldados rasos el devenir de la guerra? Lo que parece bastante probable es que la barbarie, a pie de trinchera, adquiría una grado de realidad que los planificadores, en sus despachos, lejos de la violencia descarnada, el frío pelón, el hambre y la soledad, no estaban dispuestos a tener en cuenta.


La segunda canción de la lista de Spotify corre a cargo del cantautor norirlandés Jake Burns, vocalista de la banda Stiff Little Fingers y se titula The Christmas Truce. Me parece preciosa: es muy cortita y descriptiva, pero no le hace falta mucho más, porque imaginamos que aquel momento fue lo suficientemente conmovedor. La estrofa que más me gusta es esa en la que dice:


Broken English, broken German, all sounded the same…


Los soldados se entendían hablándose en sus respectivos idiomas, pero tampoco aquello los separaba tanto como la carnicería en la que estaban inmersos.


Aquí tenéis otra dramatización de un documental de La 2 del acontecimiento, en el que se explican algunas cosas más:





Espero que todo esto os haya interesado. Como esta vez he hecho trampa y he saltado directamente al final de la agenda, puede que os cuente algo más de esto… ¡Pero tendréis que esperar a diciembre de 2018 para leerlo! ¿Me acompañaréis mientras tanto en el repaso de las efemérides de la resistencia? ¡Nos vemos en enero!

viernes, 22 de diciembre de 2017

La lista de Spotify: música para la resistencia (1)*



Ya os adelantaba en mi entrada anterior que de la traducción de la Agenda 2018 La resistencia para Errata Naturae ha salido una curiosísima lista de canciones que he reunido en Spotify. ¡Aquí la tenéis!


Si otras traducciones me han llevado de viaje (física y espiritualmente) a lugares como París, Praga, la Toscana o Australia, o me han empujado a cocinar, esta vez la agenda resistente ha saltado de las páginas en forma de músicas del mundo. Es una lista en la que se oye mucho inglés y algo de español, pero también hay francés, portugués, ruso, persa, chino, árabe, indonesio o criollo de Guinea-Bisáu, entre otros. Algunas canciones son preciosas, inspiradas y pegadizas; otras son detestables, odiosas o pachangueras; las hay que son cortas, larguísimas o repetitivas, pero su trasfondo nunca es aburrido: todas ellas tienen una historia que contar que casi siempre está recogida en la agenda Verso, ¡o las he incluido por alguna razón!

Pete Seeger y su inseparable banjo
(Fuente: www.slate.com)

De nuevo, la lista de Spotify es una colección absolutamente personal… Y ante la pregunta de a qué podría sonar la resistencia, siempre supe que el primero que tenía que arrancar la lista era Pete Seeger. No sé si su voz será la más reconocible de entre todos los cantantes de folk norteamericanos, pero estoy segura de que para muchos sí lo es. Cuando suenan las primeras notas de su banjo en Little Boxes, siempre me invade una sensación reconfortantemente familiar, e igual me pasa con If I had a hammer (que se me confunde con la versión cantada por Víctor Jara, El martillo…) o con la bellísima antibelicista Where have all the flowers gone? Su optimista tono de voz me transporta muchos años atrás, a esos ochenta con los vinilos de mis padres y las cintas de casette en el coche… Está claro que no solo es cosa mía: algo tendrá cuando es el cantautor por excelencia del movimiento contracultural americano. Pacifista, antibelicista, ecologista y un ferviente enamorado de la música, el espíritu de Pete Seeger está presente en muchísimas de las páginas de la agenda como personificación de la resistencia.


Por eso me parecía perfecto empezar esta lista de Spotify (aunque no aparezca mencionado explícitamente en la agenda) con él y su We shall overcome, ese grito de esperanza ¡tan necesario en los tiempos que vivimos!, ¿lo conseguiremos? ¿Nos sobrepondremos, venceremos? Pete Seeger siempre creyó y cantó que sí.



Si queréis saber más sobre él, Ediciones Júcar publicó en 1993 una biografía escrita por David Dunaway King titulada en español Una canción sin fin: Pete Seeger y traducida por Rafael Marín Trechera.

En inglés también hay otras biografías, en concreto, una autobiografía escrita por él y Robert y Sam Rosenthal titulada Pete Seeger, In His Own Words.

También merece la pena su obituario en El diario cuando falleció en enero de 2014 con 94 años.

Por último, la directora y productora Toshi Seeger, su esposa (que falleció seis meses antes que él, en 2013), produjo en 2007 un documental dirigido por Jim Brown sobre su vida titulado Pete Seeger: The Power of Song (Aquí abajo os pongo la versión completa, por si queréis dedicarle un rato: es interesantísimo... ¡Es impagable ver a ese abuelillo entrañable contar su vida, que no es sino la historia de la resistencia en Estados Unidos!):


Actualización: Acabo de descubrir un libro que tiene mucho que ver con esta entrada y a lo mejor os interesa. Se trata de Músicas contra el poder de Valentín Ladrero, editado por La oveja roja. ¡No sé qué tal estará, pero tiene muy buena pinta!


*Las entradas del blog que tengan asociada una canción de la lista de Spotify llevarán el número correspondiente en el título

miércoles, 20 de diciembre de 2017

Una agenda para la resistencia (introducción)



Agenda 2018 La resistencia de Errata Naturae


Los traductores, a veces, conseguimos sacar adelante encargos que hemos elegido personalmente. Sin embargo, lo más corriente es que nos encarguen traducciones que acometemos con mayor o menor implicación. Todas las traducciones editoriales que han caído en mis manos me han cambiado un poquito: nunca soy la misma al poner punto y final, ¡incluso hasta las más aburridas o desesperantes son instructivas! Pero, además, algunas veces, se produce la magia: nos toca traducir maravillas que nos enriquecen, nos hacen pensar, amplían las fronteras de nuestro limitado mundo y nos enfrentan a la ignorancia en la que vivimos sumidos. Ese fue el caso para mí con la Agenda Radical Verso de 2017 de Verso Books que las editoras de Errata Naturae pusieron en mis manos por estas fechas el año pasado (tanto éxito tuvo la original, que Verso ha decidido reeditarla este año con 2018). ¡Qué proyecto tan interesante! ¡Qué maravilla de efemérides! Esta agenda bucea en uno de los comportamientos humanos más fascinantes: el espíritu revolucionario. Basada en los acontecimientos históricos recogidos en el libro The Verso Book of Dissent (From Spartacus to the Shoe-Thrower of Baghdad), publicado también por la editorial Verso Books (y traducido al español con el título de El libro de la disidencia: de Espartaco al lanzador de zapatos de Bagdad, traducido por Herminia Bevia Villalba), la agenda escoge algunos de esos acontecimientos para engarzar, uno tras otro, movimientos revolucionarios de todo tipo: luchas por la independencia; la libertad territorial, religiosa o sexual; los derechos de los trabajadores; o el feminismo.


Traducir la agenda fue un ejercicio de interrupción constante, porque justo cuando estaba empezando a emocionarme con algún tema o me había enamorado de algún personaje apasionante, me veía obligada a pasar al siguiente. Al mismo tiempo, también hizo las veces de gigantesco calendario de adviento que me permitió asomarme a través de infinidad de ventanitas históricas con implicaciones emocionantísimas y referencias inevitables al turbulento presente. 


Por último, pronto me di cuenta de que la agenda no se limitaba al papel escrito: esta colección de momentos va mucho más allá de algunas fotos, varias citas y muchas fechas. Es un objeto que se puede disfrutar con todos los sentidos, porque te transporta a las más recónditas esquinas del planeta: desde lo más colorido de África, el Caribe o América Latina hasta los grises y sepias de la Inglaterra postindustrial y la América en lucha por los derechos civiles o la paleta de blancos de la Rusia revolucionaria. Imágenes imborrables de cuadros históricos o de retratos reconocibles... Personajes de palpitante carne y hueso... ¡Algunas efemérides incluso las hemos presenciado o lo han hecho nuestros antepasados más cercanos! Pero, más que otra cosa, esta es una agenda que se oye. La historia de la resistencia está llena de discursos, soflamas, gritos desgarradores y consignas indelebles, pero también de música. Canciones protesta, cantos regionales, cantautores homenajeando a figuras históricas, cantantes hablando de sus hitos generacionales o espectáculos musicales que se levantan (nunca mejor dicho) sobre la literatura de movimientos revolucionarios…


A medida que iba traduciendo, iba buscando… ¿Habría alguien que hubiera cantado sobre aquello? Y el resultado es impresionante: lo que he ido encontrando, lo he recogido en una lista de Spotify que me permitió reunir a los compañeros más improbables y de la que hablaré dentro de poco.


Todo lo que escribiré a partir de ahora es una especie de cuenta personal que necesito saldar y que surgió a raíz de la traducción de la agenda. Tendrá que ver, por ejemplo, con los vinilos que escuchaba mi madre con portadas multicolores de dibujos psicodélicos y con recuerdos y experiencias propios, aunque eso sea lo que, desgraciadamente, lo limite. Al acabar la traducción de la agenda, al luego revisar las correcciones, al escuchar la lista de canciones y al tenerla finalmente en mis manos, he experimentado todas las veces la misma sensación: que no he acabado todavía con ella, que el cuerpo me pide ordenar la información recopilada, pero también las sensaciones que me evoca, y quiero escribir sobre todo ello. Y eso es lo que pretendo hacer, claro. Todos los días, cuando toque, iré recopilando la información de la que dispongo sobre las pequeñas efemérides que aparecen en ella. A veces, no tengo más que un enlace; con otras, me he pasado obsesionada durante días... Algunas cosas que cuento son muy obvias, casi información enciclopédica, otras son pequeños tesoros líricos, recomendaciones literarias, curiosidades improbables… ¿No os dan ganas de saber más?


Nota: Por supuesto, si se os ocurre cualquier cosa que falte (¡las recomendaciones literarias me interesan especialmente!), que penséis «¿¿¿Cómo ha podido olvidársele???», lo incluiré gustosa. ¡Me encantará saber de ello! Mis limitaciones son mi propia ignorancia o desinterés, ¡lo bueno es que siempre cabe la posibilidad de subsanar ambas cosas!