lunes, 26 de febrero de 2018

El tiro errado de Upton Sinclair (26 de febrero de 1906)


Yo apunté al corazón del público y, por accidente, les di en el estómago. 
Upton Sinclair
Upton Sinclair
Getty Images

El caso de La jungla es el de un gran malentendido literario que dio lugar nada menos que a la Administración Estadounidense de Medicamentos y Alimentos (FDA). En 1904, el prolífico escritor socialista Upton Sinclair se infiltró durante seis semanas en la industria cárnica de Chicago para poder escribir posteriormente sobre las condiciones de los trabajadores en el periódico socialista Appeal to Reason.

Más tarde, Sinclair decidió que, en su lugar, escribiría una novela de corte naturalista con una trama determinista sobre un inmigrante lituano llamado Jurgis Rudkus y su descenso a los infiernos al introducirse en la industria cárnica en busca del sueño americano cual vaca de camino al matadero.

La novela se publicó por entregas en Appeal to Reason durante 1905, pero no fue hasta un año después, en febrero de 1906, cuando por fin la novela completa se editó (parcialmente autoeditada por Sinclair, que estuvo a punto de perder la esperanza de que alguna editorial quisiera publicar su controvertida obra) y llegó al gran público, convirtiéndose instantáneamente en un superventas y, con el tiempo, en un clásico de la literatura estadounidense.

Lo llamativo del caso fue que, además de describir con minuciosidad las deleznables condiciones laborales en las que trabajaban los obreros industriales, Sinclair no escatimó en detalles sobre las prácticas insalubres que afectaban al producto en cuestión; en este caso, la carne. Se convertían en salchichas para consumición del público animales que habían muerto por enfermedad o que habían vivido hacinados e infestados por las ratas. Sin ningún tipo de control, cualquier cosa llegaba a la mesa del estadounidense medio.

Esa y no otra cosa fue lo que escandalizó al público (poco o nada se habló de las condiciones laborales de los obreros emigrados de Europa o del sur de Estados Unidos), de ahí el comentario de Sinclair, que se sentía algo decepcionado con que la novela que le había proporcionado fama y fortuna no hubiera generado el efecto que él deseaba.

La presión de los lectores de la novela empujó al Congreso de Estados Unidos a aprobar una serie de leyes sobre la inspección y la pureza de la carne y de los fármacos. Esta última establecía la Oficina de Química (Bureau of Chemistry) que más tarde acabó convirtiéndose en la FDA actual.

A continuación, podéis leer un vídeo muy sencillito que comenta la novela y sus repercusiones:



Una de las últimas ediciones de La jungla en español (2012) pertenece a Capitán Swing y ha sido traducida por Antonio Samons.



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