sábado, 24 de mayo de 2008

¡Rodolfo Chiquilicuatre! ¡Eres muy grande!

Bueno, bueno...

/Modo friqui on/

¡Por fin ha llegado el momento en el que desato mi venazo más friki para hablaros de mi admirado Rodolfo Chiquilicuatre!

Hace poco más de mes y medio que me enteré de que finalmente iba a viajar a Basilea y una de las primeras cosas que me pasaron por la cabeza fue lo de Eurovisión... Justo me di cuenta de que viajaría a Suiza un día después del festival y ese pequeño detalle se ha entrelazado con mis pensamientos de las últimas semanas... Cada vez que me sentaba ante la tele a ver Buenafuente y veía el post-it gigante que tenían colgado en la pared del plató que indicaba los días que quedaban para Eurovisión, me acordaba inmediatamente de que, al día siguiente del festival, yo también emprendería un viaje hacia algo que no hubiera imaginado nunca antes (igual que le pasó a Buenafuente con Chiquilicuatre).

Me ha parecido muy interesante todo lo que ha surgido desde que un magnífico "actor de guardia" (padre de personajes tan geniales como el Gilipollas, Zuloaga -el aragonés que quería ser vasco- o Santi Clima -el peor actor del mundo, ¡esta es su gran venganza!-) creó al inventor de la guitarra-vibrador (sí, amigos, esa es la verdad: no fue creado expresamente para Eurovisión ni mucho menos).

En aquel momento, a los guionistas de Buenafuente se les ocurrió la gamberrada esta del Chiki-chiki, e incluso convencieron a Pedro Guerra y a Santiago Segura para que dijeran que habían sido ellos los verdaderos creadores de la canción (luego fueron personalmente al programa a desmentirlo, muy a pesar de Santiago Segura...)

El Chiki-chiki de entonces era así:



¡Me encanta cuando se menea de un lado a otro en diagonal!

Y después le vino encima toda la marabunta que seguro que todos conocéis: lo apuntaron, por hacer la coña más que otra cosa, al concurso de Myspace en Internet, el Chiki-chiki arrasó (para disgusto de los eurofanes más recalcitrantes)... En TVE pensaron que no les sería demasiado difícil contener los avances del monstruo creado en Buenafuente haciendo una gala expresamente para ello (¿No lograron ya desbancar un año a las Supremas de Móstoles? Pues eso), pero no contaron con el voto popular (ahí estaba yo, votando, jeje -y mira que yo no soy de mucho votar a estas cosas-), que encumbró a la guitarra Luciana de Rodolfo a símbolo nacional...

Pero a mí lo que más me impresionó fueron dos cosas: en primer lugar, que hubiera un nutrido grupo de gente que se echara las manos a la cabeza, poniéndose la mar de dignos y la mar de ofendidos (como si Eurovisión fuera un templo del buen gusto)... Siendo bienintencionados, podríamos decir que todos ellos se comportaron muy à la Sopalajo de Arrierez y Torrezno, haciendo gala de la falta de sentido del humor (sobre nosotros mismos) de la que adolecen muchos españoles... Si pensamos no tan bienintencionadamente, podríamos llegar a la conclusión de que España todavía es un país un poquito proviciano, en el que nos tomamos en serio tonterías que, si tuviéramos la neuroncilla social un poco más desarrollada, no nos afectarían... Y muchos aún no se han dado cuenta de que tomarse en serio la broma de Rodolfo era ser más ridículo que el propio Rodolfo (eso de tomarse todo lo que a uno le rodea tan en serio es malo pal hígado, de verdad)...

En segundo lugar, lo que me dejó totalmente alucinada fue el buen temple con el que Rodolfo a.k.a. David ha llevado todo este asunto... Si lo piensas, cualquiera con menos aguante, buen humor y buen rollo habría mandado a tomar por culo el asunto en algún momento, se habría derrumbado o se habría dejado tumbar por esos patéticos soplagaitas que le han abucheado hasta el final... Y yo, cada vez que le veía en Buenafuente, me sentía cada vez más admirada del arrojo y las ganas que le ha echado en todo momento (más de uno se habría acabado por derrumbar) y, por encima de todo, la ternura que ha logrado imprimirle al personaje...

Y que ese genial actor, con esa peaso de actuación que arrancaba con unas notillas de Luciana (¡qué genial!), haya quedado en mitad de la tabla clasificatoria , junto con que los ganadores hayan sido el trío de tres sarasas horteras y descamisaos, dice mucho de Eurovisión. Dice, entre otras cosas, que todavía hay muuuuchos países que están igual que España en la época del Lalala (época añorada por muchos en este país, por lo que parece) creyendo que Eurovisión es un pasaporte para un futuro mejor... Pobrecitos. Pero yo me alegro por David, porque por fin podrá desencasquetarse el tupé y relajarse de todo este hucarán chiquichitero...

/Modo friqui off/

Y yo, mientras tanto, sé que ha llegado el momento de irme a Basilea.


2 comentarios:

  1. ¡Muy bien dicho! Es que la gente se toma en serio unas cosas... Uno de los problemas de los españoles es que no sabemos reirnos de nosotros mismos, tenemos un sentido del ridículo que ralla lo paranoico.

    Me gusta una cosa que dice en el enlace de Astérix en Hispania: "donde se mezclan la gran afluencia de turistas, las tradiciones más españolas y la constante lucha por modernizar el país". Y esto último es cierto, lo de la lucha por modernizar el país. Hay un sector de la sociedad que lo intenta y lo intenta y lo sigue intentando. Y Chiquilicuatre y Buenafuente han puesto su granito de arena.

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  2. Julia, anoche estabamos con el modo friki on y con unos amigos, mientras cenábamos estabos viendo como cada país daba sus puntuaciones, nos perdimos la gran actuación de todos, legamos a los puntos.
    UNo de nuestros amigos dijo antes de empezar cada país a decir sus puntos: "Me iré este veranos de vacaciones al país que nos entregue 12 puntos"
    Bueno, no sabes el morbo que tenía el evento, la cara de su chica esra un poema. Y nosotros en plan incendiarios jaleando a los paises más recónditos de nuestra UE.
    ¡Qué momentazo!
    Ya sabrás donde se van de vacaciones: ANDORRA.
    Ya les hemos dicho que las pintas de esquí son preciosas en verano.
    Modo friki off.

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