La fortaleza de Kronstadt Fuente: Hue and Cry over Kronstadt |
Cuatro años después de la Revolución de Octubre, en un pequeño islote fortificado a treinta kilómetros de Petrogrado llamado Kotlin, donde se erigía una fortaleza naval de Kronstadt, un grupo de marinos liderados por Stépan Petrichenko, que habían participado en la revolución del lado de los bolcheviques, iniciaron una revuelta para protestar contra el poder de Moscú y las condiciones de guerra en las que aún se encontraba sumido el país.
La declaración de Petropavlovsk que emitieron decía lo siguiente:
Después de haber oído el informe de los representantes enviados por la asamblea general de tripulaciones de buques a Petrogrado para investigar la situación allí reinante, resolvemos:
1. En vista de que los actuales sóviets no expresan la voluntad de los obreros y campesinos, celebrar inmediatamente nuevas elecciones mediante voto secreto, con libertad para que todos los obreros y campesinos puedan realizar propaganda electoral en el período previo;
2. Dar libertad de expresión y prensa a los obreros y campesinos, a los anarquistas y a los partidos socialistas de izquierda;
3. Asegurar la libertad de reunión para los sindicatos y las organizaciones campesinas;
4. Llamar a una conferencia no partidaria de obreros, soldados del Ejército Rojo y marineros de Petrogrado, Kronstadt y de la provincia de Petrogrado, para una fecha no posterior al 10 de marzo de 1921;
5. Liberar a todos los prisioneros políticos de los partidos socialistas, así como a todos los obreros, campesinos, soldados y marineros encarcelados en vinculación con los movimientos laborales y campesinos;
6. Elegir una comisión que revise los procesos de quienes permanecen en las prisiones y campos de concentración;
7. Abolir todos los departamentos políticos, porque a ningún partido deben dársele privilegios especiales en la propagación de sus ideas o acordársele apoyo financiero del Estado para tales propósitos. En cambio, deben establecerse comisiones culturales y educacionales, elegidas localmente y financiadas por el Estado;
8. Retirar de inmediato todos los destacamentos de inspección caminera;
9. Igualar las raciones de todos los trabajadores, con excepción de los que realizan tareas insalubres;
10. Suprimir los destacamentos comunistas de combate en todas las ramas del ejército, así como las guardias comunistas que se mantienen en las fábricas y talleres. Si tales guardias o destacamentos resultaran necesarios, se designarán en el ejército tomándolos de sus propias filas y en las fábricas y talleres a discreción de los obreros;
11. Dar a los campesinos plena libertad de acción respecto de la tierra, y también el derecho de tener ganado, con la condición de que se las arreglen con sus propios medios, es decir, sin emplear trabajo asalariado;
12. Requerir a todas las ramas del ejército, así como a nuestros camaradas los cadetes militares (kursanty), que aprueben nuestra resolución;
13. Pedir que la prensa dé amplia publicidad a todas nuestras resoluciones;
14. Designar una oficina de control itinerante;
15. Permitir la producción de los artesanos libres que utilicen su propio trabajo.
Petrichenko, Presidente de la Asamblea de la Escuadra
Perepelkin, Secretario.
No obstante, los bolcheviques no lo veían de la misma manera y aplastaron brutalmente aquel intento de contrarrevolución, aludiendo que lo único que aquellos marinos pretendían era atacar al poder rojo y que no eran sino aliados de los rusos blancos exiliados. (Así lo plantea León Trostki, encargado de dar la orden de ataque, en un relato de los hechos escrito posteriormente en 1938).
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