Una de las cosas que han sucedido al pasar una agenda en inglés de 2017 a una en español de 2018 es que, por motivos de espacio, algunas de las efemérides han desaparecido, han surgido otras nuevas en su lugar, y otras han tenido que viajar desde diciembre de un año hasta diciembre del siguiente. En esta última entrada del año, voy a hacer una pequeña trampa y voy a empezar por hablar de la primera efeméride que traduje (aunque la encontraréis en la agenda en español al final de 2018, en la penúltima semana del año) y que creo que es extraordinaria.
Durante el frío diciembre de 1914, en mitad de las trincheras, los soldados alemanes comenzaron a cantar villancicos en alemán. Desde las líneas enemigas, los soldados británicos les respondieron cantando aquellos mismos villancicos en inglés. Poco tiempo después, los soldados de ambos bandos se reunieron en tierra de nadie, se entregaron regalos navideños y se hizo intercambio de rehenes y heridos, se celebraron entierros conjuntos… Incluso han quedado registradas pachangas futboleras entre ambos bandos (todavía tardaríamos otra guerra aún peor en entender que las idiosincrasias europeas podían enfrentarse sin tanta sangre en el terreno de juego, con un árbitro, balón y porterías). Aunque fueron casos aislados, especialmente en zonas en las que las trincheras de ambos bandos estaban muy cercanas, es de imaginar que los mandamases no debieron de ponerse muy contentos con aquella situación (que, en algunos casos, se prolongó durante semanas y meses), por lo que procuraron reprimir y censurar aquella insólita confraternización. Durante los años siguientes, se preocuparon por recrudecer los ataques justo antes de que llegara Navidad, para que a las tropas no se les volviera a ocurrir caer en semejante sentimentalismo navideño.
Precisamente, ese episodio de fraternidad en mitad de la contienda es el que aprovechó en 2014 la marca de chocolates inglesa Sainsbury's para su publicidad navideña, recreando lo que podría haber sido aquel momento en tierra de nadie:
Como se menciona en la agenda,
¿qué habría pasado de haber dejado en manos de aquellos soldados rasos el
devenir de la guerra? Lo que parece bastante probable es que la barbarie, a pie
de trinchera, adquiría una grado de realidad que los planificadores, en sus
despachos, lejos de la violencia descarnada, el frío pelón, el hambre y la soledad, no estaban dispuestos
a tener en cuenta.
La segunda canción de la lista de Spotify corre a cargo del cantautor norirlandés Jake Burns,
vocalista de la banda Stiff Little Fingers y se titula The Christmas Truce. Me parece preciosa: es muy
cortita y descriptiva, pero no le hace falta mucho más, porque imaginamos que aquel momento fue lo suficientemente conmovedor. La estrofa que más me gusta es esa en la que
dice:
Broken English, broken German, all sounded the same…
Los soldados se entendían
hablándose en sus respectivos idiomas, pero tampoco aquello los separaba tanto
como la carnicería en la que estaban inmersos.
Aquí tenéis otra dramatización de
un documental de La 2 del acontecimiento, en el que se explican algunas cosas
más:
Espero que todo esto os haya
interesado. Como esta vez he hecho trampa y he saltado directamente al final de
la agenda, puede que os cuente algo más de esto… ¡Pero tendréis que esperar a
diciembre de 2018 para leerlo! ¿Me acompañaréis mientras tanto en el repaso de
las efemérides de la resistencia? ¡Nos vemos en enero!
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