Aquí os dejo el estupendo retrato que ha hecho de Marjane Satrapi Beatriz Luque
@BeaLuke con motivo de la iniciativa Adopta Una Autora |
Cuando decidí participar en la
maravillosa iniciativa Adopta una autora (podéis visitar el blog aquí y la
cuenta de Twitter aquí), que se ha creado para dar a conocer la vida y obra de autoras
más o menos famosas, no me costó nada decidirme por la extraordinaria Marjane Satrapi, porque admiro muchísimo su obra: no solo
Persépolis me parece un cómic
imprescindible que todo el mundo debería leer alguna vez en la vida, sino que,
además, me entristece pensar que sus obras posteriores (Pollo con ciruelas, Bordados, El suspiro,
sus cuentos infantiles y otras colaboraciones, algunas de las cuales ni
siquiera han sido traducidas al español, por no mencionar su carrera posterior
como cineasta) han pasado casi totalmente desapercibidas, así que esta me
parece una buena ocasión para reinvidicarlas.
El problema con la presentación
de Satrapi es múltiple: en primer lugar, hablar de la biografía de Marjane es
hablar de Persépolis, que es su gran
obra maestra, por la que es mundialmente conocida: si quiero hablar de ella, no
puedo dejar de entrar en Persépolis,
por lo que, un comienzo convencional, que podría ser hablaros de su biografía,
es algo que no quiero hacer para no adelantaros Persépolis.
En segundo lugar, al empezar a leer sobre Satrapi, su
trasfondo y sus referentes culturales, he comprendido que, forzosamente, mi
experiencia con Marjane Satrapi y sus obras es la de una occidental que lee
sobre un mundo, Irán, que le es ajeno: mis conocimientos son tan limitados como
los de aquellos occidentales que le hacen preguntas estúpidas sobre su cultura
(yo, al menos, soy consciente de mi ignorancia, pero si quiero hablaros sobre
ella, tendré que documentarme, aunque sea mínimamente, para no quedar en
evidencia). Esto solo es un problema en parte, porque las obras de Marjane tienen
una clara voluntad universalista: su intención es la de llegar a todo tipo de
lectores, su experiencia personal sirve para explicar sus influencias, su trasfondo y su situación de exiliada, pero también nos sirve
para darnos cuenta de que no somos tan diferentes, de que, en la mayor parte de
los casos, percibimos diferencias irreconciliables basadas en nuestros
prejuicios donde, en realidad, no hay más que puntos en común.
Por último, os
mentiría si os dijera que Satrapi es una autora prolija; que, después de leer Persépolis, tendréis la oportunidad de
leer mil y una obras más de ella. La publicación de Persépolis tuvo lugar en 2000 y, desde entonces, han transcurrido
16 años de éxito ininterrumpido (el tomo en español de las cuatro partes que
componen Persépolis ya va por su
novena edición) y Marjane, gracias a ello, se ha convertido en una de las
grandes figuras femeninas del cómic mundial. No obstante, desde que decidiera
involucrarse en el proyecto que convirtió su gran obra en película, ha dado un
giro a su carrera y ahora se dedica casi íntegramente al cine (su último
proyecto fue la dirección de una comedia negra protagonizada por Ryan Reynolds,
The Voices).
En resumen, os acabo de contar
las dificultades con las que me he encontrado a la hora de arrancarme a escribir
sobre Marjane Satrapi, así que, como no he conseguido llegar a ninguna conclusión
válida, os dejo con ella, en un vídeo que, muy oportunamente, habla de su obra:
¡Os prometo que próximamente habrá más Satrapi!
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